lunes, 10 de agosto de 2015

El Florecimiento de los Sakura

Estúpidos horarios de persona de a pie, que no nos dejan tiempo a los bohemios frustrados para investigar y escribir... Me perdonaréis si encontráis esta entrada un poco pobre o falta de chicha, pero seguro que la belleza del suceso a exponer lo compensa, y es que esta semana toca la celebración de la Fiesta del Hanami, a lo largo y ancho del hermoso País del Sol Naciente, Japón.

Sakura en flor en el Pabellón Dorado de Kyoto. Por Gigi Castrol.

Este festival de Hanami, que es el nombre que los japoneses dan a la tradición de "observar la belleza de las flores" (adorable, ¿no os parece? Sobre todo en un país con una tradición bélica tan absoluta, hasta el punto de haberles tenido que prohibir internacionalmente que tengan su propio ejército, tras la ocupación americana en la II Guerra Mundial), coincide con la fecha del florecimiento del Sakura, o flor de cerezo, protagonista de la celebración, que ocurre en la primavera. Y es que a pesar de no ser la flor nacional (que es el crisantemo), apuesto a que estas maravillosas flores rosadas nos hacen pensar a todos en ese exótico y maravilloso archipiélago.

El porqué de este amor por este árbol, cuyo origen se atribuye a la zona del Himalaya, se remonta a la milenaria tradición de los samuráis. Esta flor tiene la peculiaridad de que solo florece en primavera, dado que en verano el arbol está cubierto de simples hojas y en invierno y otoño se muestra desnudo, por lo que tiene una vida muy corta, como la que los samuráis, pobrecillos, disfrutaban (y orgullosos de ello). La filosofía consiste en caer cuando aún se es fuerte, bello y ágil en la batalla (de acuerdo, curiosamente, con el decir popular tan conocido en España de "muere joven y deja un bonito cadáver", y del que os voy ahorrar mi opinión al respecto), ya que la flor del cerezo cae del árbol antes de marchitarse, a causa de la fuerza del viento. Además, cuenta la leyenda que su color rosado se debe a la sangre derramada por estos guerreros durante el seppuku, que no es otra cosa que el harakiri que se hacían "voluntariamente" los buenos soldados para evitar la deshonra y que se solía celebrar ante un cerezo (otro día ya os contaré la historia tan curiosa de estos suicidios tan peculiares y bien asistidos, porque no tiene pérdida).

Durante este festival, que se celebra hasta entrada la noche (pasando a llamarse yokazura, osea, "cerezos de noche"), las familias y amigos se reúnen para hacer un picnic debajo de este hermoso árbol meramente ornamental, ya que la variedad preferida por los nipones no produce fruto. A causa de la diferencia de clima entre las islas, las fechas de florecimiento, que son advertidas con tiempo por las agencias meteorológicas japonesas, varían. Las celebraciones comienzan desde principios de marzo, que comienzan en la más sureña región de Okinawa, hasta llegar a la zona más meridional, la isla de Hokkaido, la última semana de abril. Es uno de los acontecimientos que más turismo suscitan, y no es difícil adivinar porqué.

Espero que hayáis disfrutado de este sencillo post tanto como yo al escribirlo, y es que en medio de la vorágine del día a día, no está de más hacer caso a nuestros amigos, los que no hace tanto portaban katanas y luchaban por grandes señores y por el honor, y pararse a "contemplar la belleza de las flores".


Thank you again, por pararos a leer :) ¡Feliz semana!


Para saber más: 
http://japontotal.com/post/5084210594/tradiciones-de-jap%C3%B3n-hanami-%E8%8A%B1%E8%A6%8B-lit-ver 
http://www.japanlinked.com/about_japan/fha/hanami.html


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